miércoles, 29 de abril de 2015

BLOGOSFERA.

La propuesta educativa de la blogosfera consiste en aprovechar y seleccionar los mejores recursos utilizados para desarrollar un tema determinado. De esta manera se comparte conocimiento con otros compañeros, facilitándole la búsqueda de recursos y ahorrándoles mucho tiempo. Del mismo modo, nuestros compañeros comparten con nosotros los recursos que les han parecido más interesantes sobre un tema concreto. Por esta razón, consideramos que el valor que caracteriza al proyecto blogosfera es la cooperación. Compartir conocimiento con los demás favorece el desarrollo de nuevas ideas. Este proceso es el utilizado en la ciencia: apoyarse en las teorías de otros autores para crear las tuyas propias siempre citando la fuente de origen por respeto a su trabajo.
En nuestra opinión la blogosfera es una propuesta que posee una enorme utilidad para facilitar el desarrollo de trabajos y agilizar la búsqueda de recursos, al mismo tiempo que fomenta valores como la colaboración y cooperación.



domingo, 26 de abril de 2015

Puesta en común de los tres autores.

Después de haber estudiado y comprendido las diferentes ideas y teorías de Omeñaca, Orlick y Roberto Sanchez, considerados tres de los autores más importantes sobre los juegos cooperativos vamos a proceder a realizar una puesta en común de las ideas de cada uno de estos tres autores para ver en cuales de estas son coinciden o discrepan.

Una vez estudiado y comprendido las ideas de Terry Orlick pomos decir que este autor comparte la idea de que los niños realicen juegos cooperativos, porque esto favorece a su desarrollo personal y fomenta conductas socio-afectivas. Además dice que este tipo de juegos también ayudan a desarrollar capacidades en los niños como la cooperación, aceptación, comprensión y la diversión entre otras.
Orlick sobrepone los juegos cooperativos sobre los juegos competitivos, ya que dice que es mejor para los niños que estos jueguen contra otros que frente a otros,superando desafíos y no superar a rivales. Este autor considera que los juegos cooperativos libera a los niños de una serie de aspectos que pueden repercutir sobre ellos de forma negativa, como por ejemplo la violencia, la agresividad, liberarlos de competir y del enfrentamiento, dejar al lado la exclusión para fomentar la integración...

Por otro lado, Roberto Sanchez defiende que los juegos cooperativos también tienen que contar con una comprensión de los principios tácticos, donde los diferentes alumnos (al igual que en los juegos deportivos) se reúnan para tomar decisiones, elaborar estrategias, estudiar al equipo contrario, etc. Roberto Sánchez dice que esto permitirá que los alumnos tengan una mayor implicación y se esfuercen más por conseguir el objetivo común. 
Sánchez al igual que Orlick defiende que los juegos cooperativos ayudan a enriquecer el valor educativo ya que con su enseñanza se pone de manifiesto la inteligencia de los alumnos, su actitud y su capacidad de conseguir los logros establecidos.

Por último, Omeñaca también apoya el gran valor educativo que poseen los juegos cooperativos y su importancia para el desarrollo personal y social de los niños. Sin embargo también dice que para conseguir las interacciones deseadas no solo basta con que los niños jueguen a un juego cooperativo, sino que el profesor tiene que plantear correctamente la estructura de meta, es decir, que el éxito o el fracaso del juego y su valor educativo(transmisión de valores, comunicación, diversión, etc) depende principalmente de como el profesor plantea la estructura de meta y como se la transmite a sus alumnos.
Además Omeñaca dice que los juegos cooperativos poseen una serie de beneficios para la educación física, por ejemplo: la satisfacción de los participantes aumentando su bienestar social y personal; el desarrollo motor de los niños; mejora la comunicación grupal y las conductas prosociales de los niños; ayuda a que los niños mejoren su auto-concepto... 

En conclusión, tanto Orlick, como Omeñaca y Roberto Sánchez promueven la realización y la presencia de los juegos cooperativos en la educación, debido al gran valor educativo que poseen y el papel fundamental que juegan en el desarrollo personal y social de los niños, no obstante defienden que este tipo de juegos no son ni mejores ni peores que los competitivos o los paradójicos, sino que todo tipo de juego debe entenderse según su contexto pedagógico.


lunes, 13 de abril de 2015



El juego motor cooperativo y sus posibilidades educativas.

    

Artículo:El juego motor cooperativo: ¿un buen contexto para la enseñanza?. Cuando la educación física nos hace más humanos. 
Jesús Vicente Ruiz Omeñaca
Educación Física y Deporte, ISSN-e 0120-677X, Vol. 27, Nº1 2008, págs. 97-115



En el juego motor cooperativo el profesor debe de plantear correctamente la estructura de meta para conseguir las interacciones deseadas. Como decía Parlebás (1996): “en el juego el maestro del juego no es el maestro, sino el juego mismo”. El éxito o fracaso del juego y su papel educativo (la comunicación, los valores, las actitudes y la diversión) depende principalmente de la estructura de meta planteada por el  profesor y como la transmita a sus alumnos.

Según Jhonson (1981) el juego motor cooperativo es una actividad lúdica en la que los objetivos posibilitan el éxito de más de una persona, es decir, solo se puede ganar el juego en grupo.

Este tipo de juegos se diferencia de otros tipos de juegos y posee un gran valor educativo por sus características:

CARACTERÍSTICAS



1.        Auténtico carácter lúdico, jugar por jugar, de forma libre y autotélica.

2.        La meta solo es alcanzable con la actividad conjunta de los participantes, compartiendo conocimientos y capacidades.

3.        La colaboración, comunicación y coordinación de roles son imprescindibles.

4.        Alta participación que favorece la integración, el aprendizaje social emotivo y motriz..

5.        Reducción de las desigualdades de capacidad entre alumnos.

6.        Sentimiento de éxito, competencia y protagonismo de todos.

7.        Estrategias de colaboración grupal con distintos roles, mediación de conflictos y creatividad motriz.



Estas características del juego motor cooperativo hace que sus partcipantes se sientan liberados de (Orlick 1990):



·         La presión que produce la competición, al centrarse en colaborar en lugar de superar a los demás.

·         Libertad para crear, favoreciendo el pensamiento divergente y estrategias de actuación creativas.

·         Libertad para cometer errores sin ser penalizados con la exclusión, reduciendo las desigualdades de habilidad.

·         Libres para tomar sus propias decisiones y asumir las consecuencias, favoreciendo la autonomía personal.

·         Libres de todo tipo de agresión ya que al no competir se genera un clima cooperativo sin violencia.




¿Qué beneficios tiene emplear juegos motrices cooperativos en sesiones de Educación Física?



BENEFICIOS PARA LA E.F.



1.       Satisfacción de los participantes: una parte muy importante de la Educación Física es conseguir que los alumnos disfruten moviéndose para que lo hagan no solo en clase sino también en su tiempo de ocio. Los juegos cooperativos aumentan el bienestar personal y social, contribuyendo a este objetivo educativo.


2.      Autoconcepto positivo: la percepción que tenemos sobre nosotros mismos está muy influenciada por las opiniones de los demás y las comparaciones. Los juegos cooperativos mejoran la percepción personal de las propias capacidades y aumentan la motivación por aprender. Hacen que todos los alumnos se sientan partícipes del éxito e importantes para los demás.


3.      Comunicación grupal: las actividades cooperativas requieren un alto grado de comunicación e intercambio de información, escuchando a los demás con el mismo respeto con el que luego me escucharán a mí. Así se desarrolla objetivos educativos tan importantes como el diálogo o la coordinación.


4.      Desarrollo motor: como todo juego motor mejora las habilidades motrices de los alumnos.


5.      Tolerancia intercultural: los juegos cooperativos propician el diálogo y el respeto, forjando lazos de unión y eliminando barreras entre sus participantes.


6.      Conductas prosociales: son aquellas relaciones interpersonales que producen beneficio al otro. Los juegos cooperativos conllevan muestras de afecto, cooperación y preocupación por los demás.









REFLEXIONES:
  • Los juegos junto con sus contenidos educativos dependen de la estructura de meta y sistema de reglas planteados por el profesor.
  • Los juegos cooperativos poseen un gran valor educativo, pero eso no quiere decir que estén por encima de otras estructuras de meta como la competitiva o paradójica. Todo juego debe ser entendido en su contexto pedagógico. 
  • Los beneficios que aportan los juegos cooperativos en la Educación Física son: la satisfacción de los alumnos, el autoconcepto positivo, la comunicación grupal, el desarrollo motor, la tolerancia intercultural y las conductas prosociales. 
  • La educación requiere escoger un método de enseñanza con sus consiguientes valores. En la Educación Física se busca el desarrollo motriz de todos los alumnos, tanto los más capacitados como los que menos, la felicidad de ganadores y perdedores, la comunicación, la empatía, la cooperación, la participación y el desarrollo humano. Los juegos cooperativos son una herramienta educativa excepcional para fomentar estos valores de forma divertida. 
  • Enseñar a comprender los juegos cooperativos consiste en fomentar la reflexión sobre el juego, el análisis del contexto y la toma de decisiones. La coherencia interna del juego (sistema de reglas) la construye el profesor y de ella derivan los problemas a los que deben enfrentarse los alumnos. Para superarlos es necesaria la racionalidad práctica propia de la táctica. 
  • Las reflexiones posteriores a la acción, conocidas como feed-backs o currículo en espiral (Moyles 1990) generan una constante construcción de conocimiento y aprendizaje, incitando a  la creatividad con el importante valor educativo que ello conlleva. 
  • Cooperación educativa profesor-alumno: el profesor no puede quedarse únicamente en explicar juegos y reflexionar sobre ellos, debe también incitar a la reflexión de sus alumnos, generar debates, poner en duda los propios métodos con los que imparte clase, ser tolerante con las críticas de sus alumnos y aprender de ellas para mejorar. 
  • La educación no es neutra, hay que implicarse en ella para conseguir que los alumnos se impliquen. El sentido educativo de los juegos cooperativos es propio de cada grupo, de cada alumno y por tanto es fundamental atender individualmente el desarrollo personal de cada uno, para educar de la forma más humanizadora posible.

domingo, 12 de abril de 2015

PENSANDO EN LA COOPERACIÓN: UNA PROPUESTA DE ENSEÑANZA DE LOS JUEGOS COOPERATIVOS ORIENTADA A LA ESTRATEGIA Y LA PARTICIPACIÓN.
Son varios los autores que resaltan las ventajas de incorporar actividades y juegos cooperativos tanto en los programas de educación formal como en los de ocio y tiempo libre. Entre estos autores debemos destacar el canadiense Terry Orlick (que considera al juego cooperativo una actividad liberadora); al norteamericano Steve Grineski (que estudió la relación entre los comportamientos sociales de los niños y el tipo de juegos que practicaban en las escuelas, y llegó a la conclusión de que el juego cooperativo favorecía significativamente la aparición de conductas prosociales e comparación con los juegos competitivos y las actividades individuales); o a la pedagoga alemana Sigrid Loos (para la que el juego cooperativo puede simular el sentido de pertenencia a un grupo, ya que las personas que juegan juntas se sienten bien juntas).

La característica fundamental de los juegos cooperativos es proponer la cooperación como el único modo de interacción entre sus participantes. Todos los compañeros tendrán un objetivo común y por tanto todos cooperan. Se crea un ambiente en el que hay una mejora de la autoestima, obtienen placer del juego y se mejoran las relaciones sociales. Además, los contextos cooperativos influyen positivamente sobre el proceso de aprendizaje. Es decir, si los niños están pasándolo bien, disfrutan jugando, se ayudan entre ellos para superar obstáculos...si hacen todo esto, el aprendizaje será más positivo, aprenderán más, como apunta Roberto Sánchez Gómez en Pensando en la cooperación.
En la educación física encontramos juegos cooperativos dentro de la expresión corporal (Vera y Hernández, 1997), en los juegos y deportes alternativos en forma de juegos con paracaídas (Ruiz Alonso, 1996), como juegos de aventura orientados a la cohesión grupal (Glover y Mindura, 1992) o en los juegos tradicionales aplicados a la educación física (Trigo, 1994).

DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA: ROBERTO SÁNCHEZ GÓMEZ.
Roberto Sánchez Gómez puso en práctica un enfoque “tradicional” de juegos cooperativos con alumnos de Secundaria. Observó que los alumnos mostraban cierto interés pero no llegaban a tener una gran implicación, ya que no encontraban en ellos ningún atractivo que les obligase a esforzarse, a diferencia de otros tipos de juegos. Lo que hacían cuando practicaba estos juegos era realizar unos cuantos intentos y cuando veían que no les salía o que no cumplían el objetivo, tenían el deseo inmediato de cambiar de juego porque el que estaban practicando no les satisfacía. Es decir, como eran juegos más individuales y menos cooperativos, a la mínima que no consiguen el objetivo, quieren cambiar de juego.

En el lado opuesto a los juegos cooperativos encontramos los juegos deportivos. En ellos la comprensión de los principios tácticos es el eje fundamental de la enseñanza y en la práctica se utilizan estrategias en este sentido, como las preguntas a los jugadores, las reuniones del equipo para discutir la forma de juego... Pues bien, Roberto Sánchez Gómez argumenta que esto no debería reducirse solamente para el ámbito de los juegos deportivos, es decir, en los juegos cooperativos los individuos deben tomar decisiones, deben elaborar estrategias de equipo, deben saber justificar y comprender la finalidad del juego,etc.  “Considero que los juegos cooperativos pueden enriquecer su valor educativo, si su enseñanza pone de manifiesto la inteligencia de los jugadores, su comprensión y actitud atenta al proceso y los logros alcanzados”  Roberto Sánchez.

De aquí viene lo que nosotros hemos realizado en clase. Una serie de juegos cooperativos en los que debíamos interactuar entre todos los miembros del equipo, elaborar estrategias cuando lo considerábamos oportuno, estudiar al equipo rival, sus puntos fuertes y débiles, dónde podíamos superarles...

Además, al finalizar la clase los alumnos nos sentábamos y el profesor nos preguntaba si habíamos tenido problemas para participar, si la cooperación provocaba interacciones positivas entre nosotros, qué estrategias habíamos utilizado, si habían salido bien o no, como había funcionado el grupo... Todo este feedback hace que los alumnos se den cuenta de lo que están haciendo y puedan mejorar los aspectos negativos.

sábado, 11 de abril de 2015

EL JUEGO COOPERATIVO SEGÚN TERRY ORLICK Y SU IMPORTANCIA EN LA EDUCACIÓN

La idea que tiene Terry Orlick sobre los juegos cooperativos es muy sencilla, dice que jugar con otros es mejor que frente a otros, hay superar desafíos y no superar a otras personas, y ser liberados por la verdadera estructura de los juegos para gozar con la propia experiencia del juego. Según él el juego cooperativo fomenta la ayuda mutua, la confianza en los otros, la tolerancia, la búsqueda de estrategias y de consenso.
Una definición que realizar Terry Orlick es: el juego cooperativo es “Jugar con otros mejor que contra otros; superar desafíos, no superar a otros; y ser liberados por la verdadera estructura de los juegos para gozar con la propia experiencia del juego” (Orlick, 2002, p. 16).

Orlick (1990), destaca varias características de los juegos cooperativos basándose en el sentimiento de libertad de los miembros:

Libres de competir: Las personas se ven libres de la obligación de competir al no sentir la necesidad de superar a los demás en el juego, sino que más bien necesitan de su ayuda.
Libres para crear: Cuando las personas se sienten libres para crear, obtienen una gran satisfacción personal y mayores posibilidades para encontrar soluciones a nuevos problemas.
Libres de exclusión: Los juegos cooperativos rompen con la eliminación como consecuencia del error o la falta de acierto.
  Libres para elegir: Proporcionar elecciones a los participantes, demuestra respeto por ellos y les confirma la creencia de que son capaces de ser autónomos. Además, esta libertad para aportar ideas, tomar decisiones y elegir por sí mismos, hace que mejore su motivación por la actividad lúdica.
  Libres de la agresión: La inexistencia de rivalidad con la otra persona facilita un clima social positivo donde no tienen cabida los comportamientos agresivos y destructivos. Los juegos cooperativos debido a sus características especiales, fomentan de forma transversal valores básicos de la educación en Valores y Cultura de Paz:
Integración frente a exclusión, fomentando la participación dentro del grupo.
Escucha y comunicación a través de: la toma de decisiones, la negociación, la búsqueda de estrategias…
  Afirmación de sí mismos. Reconocimiento personal y por parte del grupo de lo que cada participante supone para el trabajo en grupo.
Creatividad e imaginación. Ambos elementos ayudan a superar el desafío, modificar las reglas de juego, sugerir aportaciones al grupo para continuar jugando y enriquecerlo.
  Actitudes cooperativas, necesarias para poder trabajar la prevención en la regulación de conflictos.

Terry Orlick también fomenta la importancia de los juegos cooperativos en la educación. Podemos observar como defiende que realizar juegos cooperativos conlleva resultados positivos para el desarrollo personal y para las relaciones socio-afectivas y de colaboración dentro del grupo en el aula, por ello resulta pedagógico ya que elabora conductas socialmente favorables. Además ayuda a superar dificultades individuales que bloquean situaciones de estudio.


Realizar juegos cooperativos dentro del aula porque promueven cuatro componentes esenciales en el desarrollo personal de los niños, esos componentes son: Cooperación, aceptación, comprensión y diversión.